Galdós cultivó también el género del cuento y el relato breve, tan en boga en la segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del XX. Pese a no dedicarse a él con la intensidad de Emilia Pardo Bazán o Clarín, es indudable que esta faceta creativa debe figurar en esta exposición, para dar cuenta de la versatilidad del escritor.
Como era el uso de la época, los cuentos se publicaban sueltos en periódicos y revistas, y solo posteriormente a veces se recopilaban en libros. Debido al carácter heterogéneo del sentido de “cuento” en el siglo XIX, se discute cuántos publicó Galdós, así como una posible clasificación de los mismos: en efecto, algunos parecen más bien “tipos” de estirpe costumbrista, otros resultan cercanos a la columna de opinión, algunos otros son de carácter alegórico, etc. El número máximo que se suele reconocer entre relatos breves y cuentos es de veinticuatro, siendo el primer cronológicamente “Un viaje redondo”, editado en 1861, y el último “Rompecabezas”, de 1897. Este amplio marco cronológico es prueba del interés sostenido del autor por el género.
Mostramos, de entre los famosos “libros rojos” de las Obras completas editadas por Aguilar, el volumen dedicado a Cuentos, Teatro y Censo, preparado en 1971 por el memorable polígrafo Federico Carlos Sainz de Robles, Bibliotecario y Director de la Hemeroteca Municipal de Madrid. El útil e interesante “Censo de personajes” ordenado alfabéticamente que cierra el volumen supuso un gran esfuerzo por dar cuenta de la asombrosa capacidad del autor para lo que consideraba centro de su creación novelesca: la creación de personajes protagonistas y secundarios.
Se añaden dos ejemplares más cercanos en el tiempo, que permiten acceder al carácter fantástico, metaliterario y metalingüístico, siempre de gran modernidad, que brilla en los cuentos. La conjuración de las palabras es una antología preparada por Germán Gullón en 1991, tomando como título el de un llamativo cuento alegórico de Galdós, en el que se enseñan categorías gramaticales a partir de unas palabras que salen del diccionario, su casa, presentado como un edificio en el orden perfecto en el que se alojan sus “habitantes”, las palabras. El orden estricto de ese “edificio” se ve alterado cuando los vocablos toman vida, se rebelan, se recombinan entre ellas para formar frases, se explican por sí mismas y justifican sus rasgos gramaticales…
Además de este cuento que da título al conjunto, se incluyen en este volumen “La novela en el tranvía”, “Un tribunal literario”, “La pluma en el viento o el viaje de la vida”; “La mula y el buey. (Cuento de Navidad)”, “La princesa y el granuja”, “Tropiquillos” y “Celín”.
Por último se ha seleccionado una edición esencial, cuyo estudio preliminar ubica perfectamente en su contexto y analiza las modalidades de relatos breves galdosianos en su integridad: se trata de Cuentos fantásticos editados por Alan E. Smith en 1997.
