Es la fuente más importante que conservamos sobre la Orden. Podemos leer la página 509 cómo el maestre protector de Nebrija pasó en los tres primeros meses de 1486 por Zalamea .Son los lugares por los que también pasó Nebrija siguiendo la corte del Maestre.
El comentario de textos de autores latinos clásicos o de autores cristianos antiguos era una de las tareas más importantes de un maestro humanistas. Nebrija lo es y hace comentarios de este tipo. Este es un monumento a la erudición en el que Nebrija comenta de forma exhaustiva varias obras de Prudencio. Esta obra se inicia con un estudio pormenorizado de la obra y sigue con la edición y traducción de varias obras de Prudencio con los comentarios de Nebrija. Esas obras son Cathemerinon, Peristephanon, Psychomachia, Apoteosis, Amartigenia, Contra Symmachum y Dittocheon.
Sin duda que el maestro utilizaría estos comentarios en sus clases en la academia de Zúñiga.
Mucho se afanó Nebrija por ser el cronista oficial de los Reyes Católicos en disputada rivalidad con el humanista italiano Marineo Sículo. Al final la reina Isabel convenció a Fernando para que Antonio fuera su cronista oficial. Producto de ello son los libros que escribió sobre las gestas de estos reyes. Durante su estancia en la corte de Zúñiga fue testigo de las diferentes campañas que su maestre tuvo que hacer contra los moros para acompañar a los reyes en sus conquistas del último reducto árabe, Granada. Aquí trata de ese tema.
Cataluña fue uno de los territorios de España donde más editó y estudio la obra gramatical de Nebrija. Su discípulo Escobar, que fue primer profesor en Barcelona y luego en Lyon, publicó varias las Introductiones latinas de Nebrija, añadiendo opúsculos de su propia cosecha o de la cosecha de amigos suyos. En la Universidad de Cervera se enseñaba latín por la Gramática de Nebrija y por la Sintaxis del valenciano Torrella. La aparición de diccionarios latino-catalán y catalán-latin tenía la misma finalidad que la del latino-español y del español-latino.
Este libro recoge documentos priorales, visitas de obispos, asuntos civiles, criminales o matrimoniales u ordenaciones sacerdotales que datan entre los años 1502 y 1873, y que ocurrieron en los prioratos de Magacela y Zalamea de la orden de Alcántara. Los estudiosos que buscar y consultar hechos ocurridos en estos prioratos durante los años señalados pueden comprobar su existencia en este Catálogos y consultaros después en el Archivo Diocesano de Badajoz.
Una muestra de los trabajos que en la Universidad de Extremadura se han hecho, desde los Departamentos de Historia o de Historia del Arte, sobre manifestaciones artísticas o arquitectónicas de la Orden de Alcántara en Extremadura.
A la manera de los grandes mecenas de las letras en Italia (Bolonia, Florencia, Pisa…), el maestre de la Orden de Alcántara organizó en torno a él una corte de sabios humanistas. El cronista de la Orden, Torres y Tapia, da los nombres de los que formaban ese grupo. Entre ellos destacan el de Nebrija y el del astrónomo Abraham Zacut, al que el propio Torres y Tapiz llama Abasurto.
La obra de liberis educandis (Sobre la educación de los hijos) no la escribió estando en Extremadura, sino en Salamanca (1509). La compuso incluso por encargo de un nuevo señor, Miguel Pérez de Almazán, para la educación de sus hijos. No la compuso en Extremadura, pero en ella se reflejan las ideas que sobre la educación de los niños había ido madurando durante los años en la corte del maestre de Alcántara. Mezcla temas de la tradición de los viejos tratados sobre la educación de los hijos (Plutardco, sobre) con sus ideas propios sobre cómo enseñar una lengua.
Es cierto que Nebrija se distinguió más como Gramática que como Retórico. Durante su estancia en Extremadura no escribió sobre retórica. Esta obra se publicó por primera vez en 1515, estando ya en Alcalá. Debió ser un encargo de Cisneros quien, al nombrarle catedrático de Retórica de Alcalá le sugirió que compusiera un arte de Retórica. Esta Retórica se mueve en la línea de las que dan preferencia a la palabra por encima del contenido. Así empezó la mala fama de la Retórica. No fue Nebrija el culpable; fueron otros; preo él escribió una Retórica en esa línea.
La Orden de Alcántara era, como las otras órdenes militares, de carácter religioso, y también militar. En lo que a la religión se refiere se regia por la regla de San Benito reformada por Bernardo de Claravall. En lo militar, atribuye en un primer momento para avanzar y consolidar los territorios que iba conquistando el reino de León en su zona. De manera que la arquitectura militar de la orden tiene una extraordinaria importancia en este aspecto militar. En este libro se estudia la correspondiente a Extremadura.