Hasta hace poco, la difusión de la información científica se hacía desde las editoriales y las entidades productoras de bases de datos, el autor no intervenía apenas en el proceso, pero en los últimos años esto ha cambiado y los autores tienen ahora un papel importante en la difusión de su propia producción científica
Las técnicas SEO (Search Engine Optimization) van dirigidas a facilitar la búsqueda de nuestros trabajos de investigación por parte de los motores de búsqueda más utilizados en Internet en la actualidad, como Google Scholar, Scilit, Dimensions, etc.
Se trata de obtener un mejor ranking, es decir, conseguir que nuestros artículos aparezcan lo más arriba posible en la lista de resultados que dan estos motores de búsqueda, aumentando así la probabilidad de ser encontrado y leido, y quizás citado.
Hay varias formas para optimizar la visibilidad en las búsquedas, que pueden resumirse en los cinco puntos del siguiente esquema propuesto por la editorial Elsevier: Palabras Clave, Citas, Metadatos, Redes Sociales y Gráficos.
Fuente imagen: Elsevier. "Get found. Optimize your research articles for search engines."
Palabras Clave:
Es importante elegir bien los conceptos y los posibles sinónimos a utilizar, sobre todo en las partes del documento más utilizadas por los buscadores, como el título,los autores, el resumen y las palabras clave. Es necesario utilizar palabras-clave relevantes y significativas y estudiar la frecuencia de aparición de las mismas en el texto. Para elegir bien las palabras claves podemos ayudarnos de herramientas como los tesauros, que son diccionarios especializados en cualquier campo de las ciencias, muy utilizados por las bases de datos documentales.
El título de los artículos debe incluir palabras clave que describan con precisión el contenido del artículo. Al elegir estas palabras hay que tener en cuenta la audiencia a quien va dirigido el trabajo y el campo específico de la ciencia donde se encuadra.
Es una buena idea hacer búsquedas previas en bases de datos documentales con los conceptos que tenemos pensado usar para ver si están siendo usados o no, es decir medir su popularidad, y sondear posibles sinónimos o alternativas.
Metadatos
Los documentos científicos normalmente son creados en formato Word o Pdf. Estos formatos permiten añadir metadatos a los archivos que elaboramos, como título, autores, materias, fechas, etc. Estos datos son rastreados por los motores de búsqueda, facilitando su búsqueda. Es conveniente rellenar estos campos al crear el documento, suele hacerse en el menú Propiedades del documento.
Citas
Conseguir que nuestros trabajos sean citados en otros trabajos aumentará su visibilidad y reputación. Aunque no podemos influir directamente en otros autores para que nos citen si que podemos facilitar que nos citen correctamente, normalizando nuestra firma de autor. Para facilitar esta tarea están surgiendo numerosas iniciativas como ORCID, que asigna un identificador único a cada autor.
Redes Sociales
La difusión de la información científica en la actualidad va más allá de la publicación en revistas y libros a través de editoriales. En los últimos años se están utilizando las redes sociales como herramientas para compartir y difundir trabajos científicos, tanto en redes generales tipo Facebook o Twitter, como en redes específicas del mundo académico como ResearchGate, Academia.edu.
Además están surgiendo herramientas para "medir" o cuantificar el impacto que tiene una publicación en las redes sociales en función del número de comentarios, descargas o visualizaciones, como por ejemplo la iniciativa Almetrics.
Gráficos
El formato de los gráficos que incluimos en nuestras publicaciones es muy importante en relación con la visibilidad en internet. Si utilizamos formatos de imagen, como el .gif, .jpeg, .bmp o .png, los motores de búsqueda no podrán rastrear la información de texto que incluyen. Es mejor utilizar gráficos vectoriales, tipo .svg, .ai, .eps, etc pues este tipo de gráfico permiten añadir texto y que sea visible por los buscadores.
Autoarchivo
Suba sus publicaciones, si tiene permiso para ello, al repositorio de su institución. En el caso de la UEX se llama DEHESA. Esto hará que su trabajo sea de libre acceso y por lo tanto llegue a una audiencia mayor. La mayoría de las editoriales permiten el autoarchivo, bien de la versión preprint (artículos pendientes de evaluación) o bien la versión revisada, incluso la versión final. Consulte la base de datos Sherpa/Romeo para saber qué politica editorial tiene cada revista.
En los últimos años han surgido varias herramientas para medir, de una forma alternativa, el impacto de una publicación científica. Se basan en la difusión en las Redes Sociales y miden variables como el nº de comentarios, las veces que ha sido visto, descargas, veces compartido, etc.
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